Cremación o Entierro: Preferencia de Consumidores en America Latina


La elección creciente de la cremación para el tratamiento y despedida del cuerpo de un ser querido se ha convertido en una tendencia mundial que se refleja no sólo en las tasas de evolución sino también en la mayor apertura de lugares dedicados a la cremación de cadáveres. Pero ¿por qué se produce esta preferencia? Con una profunda impronta católica, América Latina ha hecho del entierro la principal forma de despedida. Sin embargo, la falta de espacio junto con los efectos medioambientales y mayores costos económicos han transformado a la cremación en una opción cada vez más rentable.

 

 

ACEPTACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA

Durante siglos, la Iglesia católica había rechazado la cremación como práctica funeraria.



Esta aceptación de la cremación dio lugar a una creciente demanda de este sector religioso latinoamericano que ahora puede optar por una ceremonia con menores costos y efectos medioambientales. Si bien las leyes de la Iglesia siguen expresando su preferencia por el entierro del cuerpo, desde 1963 el Papa Paulo VI  dejó sin efecto la prohibición de la cremación para considerarla una opción válida de tratamiento del cadáver. La negación de la Iglesia respecto a la cremación está íntimamente vinculada a la resurrección del cuerpo ya que si éste es destruido por el fuego sería imposible su posterior reencuentro con el alma. Inclusive algunos pasajes de la Biblia expresan cómo esta desintegración del cuerpo por medio del fuego era percibido como un castigo originado en la ira de Dios sobre la maldad. 

 

MENOR IMPACTO MEDIOAMBIENTAL

El impacto ambiental del entierro es una preocupación cada vez más importante para los latinoamericanos que deben contratar un servicio funerario. 



Si bien no es tan ecológico como el entierro natural, la cremación es considerada menos nociva para el medio ambiente debido a que un funeral tradicional generalmente implica la utilización de fluidos para embalsamar a base de formaldehído así como también evita la tala de árboles que implica la realización de un ataúd y la contaminación de la tierra con sus productos químicos tales como las lacas y barnices. A diferencia de esta práctica, la cremación del cuerpo humano es realizada en hornos crematorios que alcanzan de 870 a 980 grados Celsius de temperatura emitiendo gases de combustión que serán enviados a la atmósfera en forma de dióxido de azufre, vapor de agua y monóxido de carbono para impactar mínimamente en la formación de los gases de invernadero. Además no requieren del uso del suelo en absoluto ya que pueden mantenerse en un lugar significativo de la casa o bien dispersarlos en un lugar que haya sido especial para el difunto.

 

MENORES COSTOS 

La cremación se caracteriza por sus bajos costos en comparación con los valores estimados para un entierro.

 

La cremación es generalmente más barata que un funeral tradicional. En este último se debe abonar la ceremonia de despedida, el costo del ataúd, la parcela en el cementerio, los arreglos florales, la lápida y otros gastos diversos. Sin embargo, el costo promedio de la cremación requiere tan sólo de los servicios de conmemoración y una urna básica en donde conservar las cenizas. De esta manera, el valor de este servicio dependerá de los productos que usted seleccione así como de la despedida que desee brindarle a su ser querido. Por ejemplo, una cremación sin ningún servicio funerario complementario poseerá un valor hasta cuatro veces menor si lo comparamos con los servicios que ofrecen urnas talladas a mano por artistas especializados. 

 

MAYOR ESPACIO EN CEMENTERIOS

La falta de espacio para los entierros se ha convertido en una problemática para diversos cementerios de América Latina.

 

Esta falta de espacio ha llevado al Estado a intervenir en este sector para estimular entre su población la importancia de optar por los servicios crematorios. En países como México y Perú se observan problemas de infraestructura muy delicados al respecto. Por ejemplo, los cementerios públicos de Arequipa en Perú no tienen espacio disponible para realizar inhumaciones mientras que se buscan soluciones a través de la construcción de ampliaciones y nuevos cementerios. Esto mismo sucede con México donde, según la Consejería Jurídica del Gobierno del Distrito Federal, tan sólo su capital posee 118 panteones. Sin embargo, no pueden brindar servicios funerarios con absoluta normalidad ya que el espacio disponible es cada vez menor profundizado aún más por las políticas de fosas a perpetuidad que permitía a las familias mexicanas obtener un título para el uso indeterminado de esta fosa.

 

TENDENCIAS DE AMÉRICA LATINA EN CIFRAS

Múltiples países de América Latina muestran una tendencia creciente a la contratación de servicios crematorios.

 

Si bien las estadísticas al respecto son muy escasas, las Estadísticas Internacionales de European Federation of Funeral Services respecto al 2009-2010 muestran cómo la cremación ha ido aumentando su participación en Latinoamérica. A continuación te acercamos un pequeño cuadro comparativo al respecto.

 

 

PAÍS

TASA CREMACIONES 2009

TASA CREMACIONES 2010

EVOLUCIÓN

ARGENTINA

24,77%

25,41%

­    0,64%

COLOMBIA

n/a

31%

n/a

CUBA

10,6%

14,8%

4,2%

PERÚ

60,66%

63,37%

2,71%